Por venir uno de los peores días de mi vida, estar ahí, abrazarme tan fuerte, darme la certeza de que no me vas a soltar. Que si me caigo, tú me levantas. Que si el día de mañana es peor aún, tú volverás a mi lado.
Con cualquier detalle: otro abrazo, otro regalo, otro beso.
No hay palabras para ésto.
Nosotros somos luz y ellos están ciegos.
martes, 26 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario